Hackeo en Bybit: Un golpe devastador al mercado de criptomonedas
La noche del 21 de febrero, el CEO de la plataforma de criptomonedas Bybit, Ben Zhou, se encontró frente a su computadora, gestionando lo que parecía ser una transacción habitual. Su empresa se disponía a mover una gran cantidad de Ether, una de las monedas digitales más populares, entre cuentas. Sin embargo, en un giro impactante, Zhou recibiría una llamada de su director financiero que cambiaría el rumbo de Bybit: “Todo el Ethereum se ha ido”. La realidad es que, al aprobar la revisión, Zhou entregó sin saber el control de una cuenta a hackers supuestamente respaldados por el gobierno norcoreano. Este robo monumental supone la pérdida de 1.5 mil millones de dólares en criptomonedas, convirtiéndose en el mayor atraco en la historia del sector.
La vulnerabilidad expuesta
Los delincuentes informáticos lograron realizar esta hazaña gracias a una simple falla en el sistema de seguridad de Bybit, la cual dependía de un software gratuito. A través de un sistema público, los hackers penetraron la plataforma, permitiendo el acceso a cientos de millones de dólares en depósitos de clientes. A pesar de que existían herramientas de seguridad más robustas, Bybit había optado por usar un software de almacenamiento desarrollado por un proveedor llamado Safe.
La brecha de seguridad envió a los mercados de criptomonedas a una caída estrepitosa, poniendo en jaque la confianza en la industria en un momento crítico, justo antes de un “crypto summit” que la Casa Blanca tenía programado con ejecutivos de la industria y el expresidente Trump.
Consecuencias y reacciones
Los expertos en seguridad cibernética expresaron su preocupación por lo que esta intrusión reveló sobre los protocolos de seguridad de Bybit. En un análisis posterior al hackeo, se llegó a la conclusión de que las pérdidas eran “totalmente evitables”. Este alarmante incidente acentuó la necesidad de una transformación en las regulaciones y prácticas de seguridad en el espacio de las criptomonedas.
Respuesta de Bybit y el futuro incierto
En medio de la crisis, Bybit se enfrentó a un maratón de 48 horas frenéticas. A pesar de la magnitud del robo, Zhou se esforzó por mantener a flote la empresa, recurriendo a préstamos de otras firmas para cubrir una serie de solicitudes de retiro que superaban los 10 mil millones de dólares. Con un tono inusualmente calmado, Zhou apareció en las redes sociales afirmando que su empresa seguía solvente.
A medida que la situación se desarrollaba, el precio de Bitcoin, un indicador clave del mercado, cayó un 20%, marcando la mayor caída desde la debacle de FTX en 2022.
Lecciones aprendidas
En una entrevista posterior, Zhou reconoció que Bybit había recibido advertencias sobre problemas potenciales con el software Safe. “Deberíamos haber mejorado y alejado de Safe”, admitió el CEO. Un alto ejecutivo de Ledger, una firma de seguridad para criptomonedas, señaló que este tipo de software es más adecuado para aficionados que para plataformas que manejan miles de millones en depósitos.
Por su parte, el director de producto de Safe, Rahul Rumalla, declaró que estaban trabajando en nuevas características de seguridad para prevenir futuros incidentes. “Nuestro trabajo no solo es solucionar lo que sucedió, sino garantizar que toda la industria aprenda para que esto no vuelva a ocurrir”, aseguró.
Resiliencia tras el ataque
Con el paso del tiempo, Bybit logró procesar todas las retiradas dentro de un plazo de 12 horas. Zhou comunicó que la empresa estaba moviendo otros 3 mil millones en criptomonedas después del incidente, usando las redes sociales para transmitir calma a sus usuarios.
El hackeo en Bybit dejó lecciones importantes sobre la vulnerabilidad de las plataformas de criptomonedas, subrayando la necesidad de una seguridad robusta en un entorno que, a pesar de sus desafíos, sigue en expansión y evolución.